jueves, 8 de noviembre de 2012

Huele a humo con problemas

Los momentos duros de la vida cotidiana suelen ser como los cigarrillos, empiezas inocentemente, alguien  te mete, te reta, te prueba, para demostrar una madurez que te falta le das una simple calada, humo negro, un sabor desagradable y un ataque de tos, te da la impresión de que te ibas a ahogar, sabes que está mal y no te ha gustado. Otro día sin más te vuelven a ofrecer, aceptas, la tos va desapareciendo, y uno tras otro, acaba siendo malo, necesario y monótono, rutina, empiezas a dominarlo, sabes hacer circulos y corazones con el humo, pero eso no quita que te estés muriendo por dentro,  eso pasa con los problemas, el primero es grande y no paras de preguntarte cómo has llegado a hacer tal tontería, lo vas repitiendo una y otra vez cada vez con un periodo menor de tiempo entre una vez y otra. Los llevas por donde tu quieras pero son PROBLEMAS, nada bueno... La apariencia nos lleva a decir  y hacer tonterias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario