Adolescencia. Adolescentes. Adolescencia de nuevo. Más
adolescentes. Todo el mundo creía saberlo bien. “La adolescencia son los
mejores años de tu vida, fiesta, chicos, disfrutar, no preocuparse por la
política ni los problemas económicos, poder hacer algo hoy sin pensar en el
mañana” que ignorante fue la persona que dijo eso. O ignorante, o vivía en la
luna o se pasaba el día emporrado. Asco de adolescencia. No eres ni adulto ni
niño, estás en tierra de nadie, el acné, los problemas con los profesores, broncas
con los compañeros, decidir tu futuro, enamorarse cada dos por tres de la
persona equivocada, que ni tus padres te entiendan, las indirectas que te hacen
pasar todo el día cabizbajo pensando concienzudamente que han querido decir al
decir aquello, las personas que te miran mal por disfrutar del sexo o las que
también te miran mal si pasas del tema. Es una época de tu vida en la que todo
el mundo te pinta las cosas de rosa pero tú solo consigues verlas a través de
ese blanco y negro de las fotos antiguas. Bueno a lo mejor si que es cierto que
hay algunos “afortunados”, un grupo reducido de gente, que lo tiene todo,
padres comprensivos y liberales, casa grande y limpia, buenas notas, amigos de
verdad, una vida amorosa completa, caprichos a montones, las cosas claras, sin
inseguridades, que se pasan el día con la sonrisa en la boca, que pasan de los
temas profundos ¿Para qué pensar en todo eso? ¿Para qué sirve preguntarse cosas
sobre la muerte, el carpe diem, el tiempo
si yo ahora estoy vivo, feliz y con mis nuevas Vans que me han comprado
por el sobresaliente en matemáticas? Bien por ti.
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