No es fácil, tampoco difícil. Simplemente es comodidad, es mirarse al espejo, reirte de tus pintas y sentirte bien, no feliz simplemente bien. Es un reto más. Es un segundo menos. Es que te pregunten "¿Qué tal?" y no pensarte por un segundo ese efusivo " bien" acompañado por una carita sonriente. Que hagas bromas, que las rías. Dejar de sentir miedo
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