Luces fuera. Son las 3:08 nada más. Hay de todo menos sueño... Los pensamientos golpean con fuerza las sienes desde dentro... Como sí fuesen truenos que siguen fieles al rayo. Y un calor abrasador invade todo. Ni con ese pijama improvisado que no es mas que una camiseta de tirantes heredada se pasa. Por poner un ratito el aire acondiciado no pasará nada. Apagas la luz de nuevo. Pones la música y abrazas fuerte el almohadón. Yo busco y no encuentro a nadie (8). Esa voz femenina rompe el silencio. Cierras los ojos y mueves tu cabeza al ritmo que marca una base suave. Te deslizas. Sólo piensas en como se siguen las notas como movimientos del cuerpo. Es difícil de explicar. Si entiendes de ciencias quizás así lo entiendas mejor: acción, reacción. Me traiciona el instinto. Te incorporas y apoyas la desnuda espalda contra la pared que ahora esta fría. Un escalofrío. Buscas a gatas y a tientas el resto del cojines. Están a los pies de la cama, al lado de Tambor, de la pelicula de Bambi, se lo regaló mi padre a mi madre cuando fueron a ver la peli al cine, el osito suave de nici, los dos osos de Harrods de mis tías y ahora también un conejo llamado Fresón. Improvisas una cabaña con los cojines grandes y ahora si... Disfrutas y olvidas los pensamientos (ahora si que dejo el iPad :) )
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