jueves, 17 de octubre de 2013

Son historias de la calle que se cuentan y se saben

La casa azul, la casa azul 
aún sigue en pie mirando atrás. 
Su gran portal con poca luz 
a nadie ya le invita a entrar. 

No queda en la ciudad 
por conocer su habitación, 
no hay nadie más que quiera entrar 
allí otra noche. 

Las arrugas en su seca piel 
no se acuerdan ya ni de quién fue. 
El amor fue su profesión 
y el honor fue su maldición. 

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