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Mundos maravillosos que te abren sus puertas acogedoras y enormes cuando hasta Peter Pan escapa huyendo de Nunca Jamás: de las sirenas, de las hadas, de los sueños, de la niñez,... De todo lo seguro en este mar que amenaza con tragarte a cada instante de tormenta, errante, sin rumbo: SIN OBJETIVOS, joder, no pasa más que eso... Que sólo son sueños que el resto es viento, vacío y un poco de polvo. ¿Qué vamos a hacer, amor? No queda otra, mirar el reloj, bajar el volumen de la música y dejar de lamentarte.