domingo, 13 de enero de 2013

Dependencias

Que tu cuerpo te lo pida a gritos, justo ahí es cuando has perdido el control, la curva es demasiado cerrada, y tu ya no puedes más que seguir la corriente del río, justo en ese pequeño y delicado momento es cuando combatir un deseo se hace imposible por mucha voluntad que tengas, se acaba la libertad y dejas de elegir tus cadenas.
¿Y si son buenas? Ninguna lo es, nada bueno puedes sacar de un cautiverio.
A pesar de eso hay varios grados, puedes hacer aquello que más quieras siempre y cuando seas el sujeto de tu oración y sea porque quieres.


Grandes palabras para alguien que vive encadenado a su sombra

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