viernes, 21 de diciembre de 2012

Pasó

Y al igual que tantas otras cosas, el fin del mundo no era más que otra farsa, ¿qué quieres que te diga? Lo veía claro, el problema es esa maldita lista, guardada en un bolsillo, incompleta... No la quemaré con un mechero mientras disfruto de la noche solitaria, no puedo, iría contra mis principios saltarse las normas de este juego... Una derrota que se añade, vuelve a ganar el miedo y el temor e incluso quizás la timidez... Puesto que es lo que suele pasar cuando juegas en contra del reloj. El tiempo pesa y atormenta. Y me está volviendo loca...

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