miércoles, 6 de noviembre de 2013

Dos extremos


Notas unas curiosas ganas de ser dos personas al mismo tiempo...
Te acuerdas de la conversación que tuviste con ella "¿ves a ese socorrista de allí? Si pudiera ser dos personas una sería la madre sonriente que le agradece la atención prestada a su hijo pequeño, que acaba de caerse del columpio, la otra lo llevaría a esa sala donde se cambian con la excusa de que se has torcido el tobillo o similar y le besaría con fuerzas y ganas, luego saldría y se haría al otro socorrista"
Te reíste mucho y le hiciste algún comentario tipo " espero que lo de ser tan loba no venga de familia"

Ahora lo piensas detenidamente,  tu objetivo no sería, claramente, tirarte a dos socorristas monos de cuerpos marcados, piensas más bien en una triunfadora, fría, distante, borde y con carácter, sin duda:broker, una economista agresiva y de lengua afilada y viperina, con un gran ático en Nueva York ( en mi mundo ideal, claro esta, el inglés no existe, dejadme ser inocente por una vez...) y con vistas a toda la ciudad pero tu siempre por encima. La otra persona sería mas cálida y simpática, más valiente o más romántica, se pasaría las tardes en cafeterías de esas artísticas, en las que hay un ambiente tranquilo, música de fondo y exposiciones de cuadros, leyendo con un café con leche entre las manos, y por las mañanas, se despertaría al alba para ensillar al caballo y dar largos paseos entre una espesa niebla antes de que empezara a llover.
En mede de un extremo, me he quedado a medias de todo, siendo un experimento, como... Inacabado, por decirlo de alguna manera. ¿Cuál ha sido el resultado? Una cosa extraña con mal carácter y sonrisa tonta.

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