sábado, 30 de noviembre de 2013

Hogar, dulce hogar

No hay nada más dulce que el abrazo de una pequeña y delgadita muñequita rubia que te dice lo mucho que quiere mientras te da besos de esquimal y besos de mariposa.
A veces te asusta, te da un poco de miedo cuando te llama mamá, en lugar de prima. Pero no puedes evitar disfrutar de sacar tus castillos de princesas Disney y de hadas de cuando eras pequeña y enseñárselo y jugar con ella. O cuando te pide por favor que hagas con ella batidos o postres, en especial las tartas de colores para hacer degustaciones a toda la familia. O cuando os tiráis en la cama a hacer el tonto y haceros fotos con la lengua fuera y los ojos en blanco.

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