miércoles, 6 de noviembre de 2013

Pensamientos

Con la mirada perdida y amontonando la comida por todo el plato, oyes algo de que te devuelve violentamente a la realidad, la caja torácica se hincha conteniendo la respiración, aparte de ese pequeño gesto que queda escondido por una sudadera azul ancha de Nike, intentas mantener la mirada lejos, para no llamar la atención, no tienes que hacerte notar.
Lo has oído, ha hablado al presente. Da igual, déjalo pasar, no ha sido intencionado, sólo ilusiones traicioneras de la mente.

Cuando te quedas con la taza de té, mordisqueando una onza de chocolate con leche, entra de nuevo en la cocina, parece atareada y ocupada, pero se para y sin mirarte dice con tranquilidad "mañana hará un mes", notas las ganas de llorar, pero después de resbalar tantas veces cuando no deberías has aprendido a ser más fuerte y a aguantarte. Respondes con un seco "lo sé" acompañado de un largo suspiro que se me escapa de entré los labios. Como pasa el tiempo ¿verdad? Parecía ayer cuando estábamos todos en la terraza de la playa esperando a tu hermano o hablando de todo y nada o viendo una película. 



Vale, quizás he aprendido a no resbalar cuando no debería, pero cuando estoy sola no hay nada que me impide estrellarme contra el suelo y soñar con el ayer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario