domingo, 11 de noviembre de 2012

Asi van las cosas en mi mundo :)

Estoy en el colegio. Por la mañana, justo antes de entrar. Llevo una carpeta negra muy importante en la mano y me da por entrar por una puerta que no había visto nunca antes. La gente ha cambiado, de repente, les conozco a todos pero no les había visto nunca antes.
RING RING RIIIIIIIIINNNNNNNNNGGGGG!
Puto despertador!
-Corre, que tengo que llevarte antes a hípica.
-Vooooooooooy
Me tira los pantalones a la cara a ver si me espabilo y abre la ventana, su puta madre, que frio que hace
-Te he dicho que ya voy, vete a darle por culo a mi hermano, que es el que llega tarde a todos lados
-Te veo de buen humor
-Dejame en paz
Un café para desayunar y el resto del tiempo te cambias y escuchas música.
Salgo de casa discutiendo con mi familia
-Vamos a ir a comer por ahi
-Hoy tengo deberes te aviso
-¿Ya estamos? En esta puta casa de locos hay que montar un circo hasta para invitaros a algo el resto de los niños lo estarían deseando, tengo una familia de LOCOS, estais todos fatal
-Te he informado, no te he dicho que no vayamos, haz lo que te de la gana, es tu dinero ¿Recuerdas?
-Baja esos humos, que si dejamos de ir a hipica y te cambio de colegio....
....DINERO...DINERO....DINERO dejo de escuchar, siempre son las mismas amenazas siempre los mismos moviles, me se la cantinela y nunca cambia nada.
LLego a la hípica una hora antes de mi clase y veo a una niña muy pequeña con un caballo completamente perdida.
-Hola ¿Qué tal? ¡Qué caballo más bonito! Eres muy valiente cogiendo a Popeye, es muy grande, ¿puedo ayudarte a montarlo?
Preparo un caballo, otra niña viene a pedirme que le ayude con el suyo, una madre se me acerca pidiendome indicaciones de como hay que sacar a los caballos, 4 caballos preparados después, 2 niñas a las que he subido, la profesora me pide que duche dos caballos y que les meta en sus cuadras. Genial! Va a llover, me quedaré sin clase y parezco la moza de toda la cuadra.
Empieza a llegar todo el mundo, se me acercan y me dicen que hoy no hay clase que daremos un paseo
¿UN PASEO? Estamos locos... ya he acabado de montar mi padre no me dejará ni de broma, asi que llamo a mi madre que es más comprensiva
-¿Un paseo? Es peligroso, Celia, bueno habla con tu padre, no creo que te deje, además se pondrá de peor humor
-Vete y coge el caballo más manso- y me cuelga.

Salimos de la hípica en fila, riendonos y haciendo bromas malas sobre caballos y la lluvia. El cielo parece que se contiene... o no... empiezan a caer gotas y gotas, es un calabobos, nada grave de momento... Pasamos la carretera y llega el "campo", un paisaje extraño que no tiene nada que ver con lo que solemos ver, cuesta tras cuesta, empieza a llover más, no se ve nada que estorbe la vista.
Por un momento me imagino que no vivo ni aquí ni ahora, viajo en el tiempo y dejo de pensar. El caballo se ha encabritado y corre demasiado, no voy a pararlo, me encanta, es como un maldito sueño, hace recorridos extraños, hay que agacharse para no comerse las ramas, las patas se hunden en los charcos, llueve de forma exagerada, perfecto, ya no se oye el ruido de los coches: siglo XIX. Estoy jugandome demasiado como para ponerme a pensar, la profesora es como si fuese una más, ya no hay nadie para corregirte, el casco parece una cascada, los pantalones están calados, pegados al cuerpo, mi sudadera de tio, XXL, con forro: CALADA, el agua la ha traspasado, el pelo se me pega a la cara, las polainas tampoco están secas y el caballo ya ni os cuento... No hay nadie que me obligue que me tape, que me voy a enfriar, no hay nadie que me prohiba nada, que me ponga a cubierto, puedo hacer lo que quiera, o ir bajo los árboles  cruzar por mitad del descampado, como siempre, opto por correr bajo la lluvia... La sensación es inexplicable, no hay palabras, no sabría como decirlo.
-Volvamos a la hipica, me estoy congelando
la profesora me devuelve a la realidad, aun así aprovecho hasta el último centimetro de barro para meterme por charcos, subir cuestas e ir por sitios complicados, mi caballo lo disfruta tanto como yo. He dejado de sentir el frio por la emoción
Ahora toca lo más difícil, llueve muchísimo y hay que secar a los caballos, con paja les frotamos todo el cuerpo mientras comen y les limpiamos los cascos. Cuando ya están calientes y relajados, miro la hora. Mi padre tarda mucho en recogerme, cuando llega al fin prefiero no hablarle, seguir en mi mundo, estoy genial, no estoy en mi siglo, no quiero fastidiarla, a pesar de todo no puedo evitar llevarme unos cuantos gritos.
Cuando llego a casa no siento las piernas... ni las manos... nada... Me preparo un baño con agua hirviendo, al quitarme la ropa... enfin, si algún día me preguntan a que temperatura tiene que estar un cadaver... Cogeré como referecia mis piernas en ese momento... Después de un laaaaaaargo rato intentando hacer que mi cuerpo recupere el color, me despierto. Hola, me llamo Celia, estamos a 11 de noviembre de 2011 y mi vida podría ir mucho mejor.

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