MAGIA

Sumergida en sueños poco realista, cubierta con una gran y peluda manta azul eléctrico que tengo desde que me alcanza la memoria, acurrucada en diagonal con la cabeza apoyada.

¿Cómo te sientes?

Te obligas a preguntártelo pero no quieres desarrollar la pregunta 

De repente un calor abrasador te recorre y te quitas la camiseta de manga larga quedándote en tirantes, sientes una ligera brisa provocada por el movimiento.

Eso no hace que te sientas menos agobiada.

Te remueves nerviosa sin llegar a acomodarte.

Otro ataque de tos, es como si te desgarrarás por dentro cada vez que te inclinas hacia delante.

Vale, deja de irte por las nubes.

¿Y bien? ¿Cuál es tu respuesta?

Te levantas sobresaltada, arrancas un trozo de papel desigual de algún cuaderno, creo que filosofía, escribes una sola palabra, tu respuesta y sales al jardín, buscas el mechero en el bolsillo del pantalón y con la mano alzada hacia arriba, haces que poco a poco arda, sólo sueltas cuando estas al punto de quemarte, el olor  a cenizas inunda la noche por un segundo. Es la hora.