miércoles, 16 de octubre de 2013

Se vive de noche, pequeños

Ya es hora de espabilarme: hay curro y son las 19:00 así que manos a la obra. Pero los ojos se cierran y pesan muchísimo. Voy al baño y me quito la camiseta, meto la cabeza debajo de la ducha y abro la llave del agua fría. Me trago un ruido por el contacto y salgo. 
Apoyo los antebrazos en el lavabo y acerco la cara al espejo, tan sólo observo. El maquillaje negro esta corrido por el calor pero debajo de los ojos no hay maquillaje, son ojeras, del mismo color que las tiras de encaje que atraviesan verticalmente cada copa del sujetador. 
No, ni con agua me voy a espabilar...

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